Subo al coche, se escucha el sonido de la calle, maldita contaminación acústica, cierro la puerta. Silencio, noto el silencio, una tranquilidad corre por mi cuerpo, cierro los ojos, los abro, me pongo el cinturón, arranco el coche, suena Hands of time, una sutil obra de arte para los oídos.
Voy conduciendo, la noche, las luces, la tranquilidad, el silencio. Los paisajes van pasando, la canción suena una y otra vez. Yo sigo conduciendo sinrumbo alguno, me dejo llevar por la noche, por las luces, por la tranquilidad. Quiero olvidarme de todo por una noche, de la gente, la familia, los amigos,los problemas, del trabajo, sobretodo del trabajo y de ella, por ella estoy aquí conduciendo sin rumbo.
Tan sólo un camino de luces me guían por la carretera, hace horas que no me cruzo con ningún coche, sigue sonando Hands of time, sólo estoy yo, ni siquiera me acuerdo que mañana trabajo, me dejo llevar.
Veo las estrellas, me fijo en ellas, son como yo, esta noche tampoco encontraran rumbo. Y la luna, ahí sóla, si pudiera llegar hasta ella, si hubiese una carretera que llegase a ella.
Son las 4 a.m., busco una gasolinera, quiero llenar el depósito, la noche será larga. El dependiente va a ser con la única persona que me cruce esta noche.
Ni si quiera le saludo, le doy el dinero, él entiende que lo quiero lleno y me lo llena, ni le miro a la cara, esta noche es mi noche, salgo, arranco el coche y vuelve a sonar la misma canción, hermosa canción, vuelvo a viajar sin rumbo.
Norte, sur, este y oeste, carreteras, caminos, travesias, montañas, luces que me guían, bendita noche. De repente las luces se apagan, al este se empieza a ver una luz naranja.
Recuerdo que me contaron que la luz naranja del amanecer se debe a la capa de ozono, es precioso y sólo se debe a la combianción de los elementos, si la vida fuese así...
Son las 6 a.m. se empiezan a ver coches, mi noche llega a su fin, llego a mi trabajo, la canción termina, salgo del coche, maldita contaminación acústica.
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