jueves, 14 de septiembre de 2017

Amistad Eterna



La verdadera amistad es algo que tristemente no abunda, pero que cuando das con ella te das cuenta de que te encuentras frente a un tesoro. Todos tenemos ese amigo que nos escucha y ayuda siempre que resulta necesario, aquél que pese a las circunstancias adversas del momento se encuentra siempre a nuestro lado. Yo dí con él hace ya unos cuantos años, recuerdo cuando nos conocimos Aitor y yo: un tío alto, con ojos azules y cara de bonachón (como así me demostró después). Ambos compartíamos inquietudes y aficiones, cosa que no hizo más que estrechar nuestra relación en un espacio corto de tiempo.

Posteriormente, llegaron las aventuras, los viajes y las anécdotas. Como olvidar aquel viaje a Londres, todos juntos, cuantas sonrisas y buenos momentos. Así como aquel paseo nocturno por la estepa castellana mientras observabamos el cielo estrellado y haciamos mil conjeturas sobre que diantres podría haber allí arriba.

Hace ya 2 años y medio que marchaste a Bolivia cruzando el charco y no te lo voy a negar, fue un palo duro para mi, aunque me alegraba enormemente de que todo te fuera tan bien. Pero si, se hacia duro no tenerte aquí y no poder disfrutar de esos momentos divertidos juntos, en los que nos olvidábamos de todo, en los que solo importaba una cosa: pasárnoslo bien.

Ahora, después de todo este tiempo por fin vuelves a casa, y la verdad es que me siento muy feliz e ilusionado. Quiero aprovecharlo para que sigamos haciendo viajes chulos, sigamos teniendo anécdotas que recordar y seguir compartiendo momentos alegres y divertidos (también las tristezas cuando toquen por supuesto, ya que los amigos estamos siempre, en lo bueno y en lo malo, como me has demostrado en infinidad de ocasiones).

Así que pronto nos volvemos a ver amigo, ni te imaginas lo mucho que se te echaba de menos.

Tu amigo que te aprecia y quiere como a un hermano,

Jonathan.