martes, 7 de febrero de 2023

Historia y Orgullo


Si algo me ha apasionado desde que era un crio, eso siempre fue la historia. Historias de caballeros medievales, castillos, batallas épicas y héroes de leyenda. Es por esta razón, que desde bien pequeño leí mucho acerca de hechos históricos; primero de España, y después del extranjero. 

Lo reconozco, siempre he sido un chico con una gran curiosidad, me fascina el hecho de aprender cosas nuevas y ahí también entran esos acontecimientos históricos que han marcado el devenir de sociedades, países y hasta continentes enteros. Y es que vivir dando la espalda a nuestra historia, es como vivir desconociendo quien eres y por qué las cosas de tu alrededor son de una determinada manera y no de otra muy distinta. 

Pongamos un ejemplo, me vais a permitir que éste sea sobre España, ¿qué hubiera ocurrido si el Reino Visigodo del Rey Rodrigo hubiese estado unido? ¿Se hubiera producido la derrota visigoda en la batalla de Guadalete? Son cuestiones que podrían haber marcado la diferencia en la península ibérica durante al menos 8 siglos. Quizás si hubiese habido esa unión en el Reino Visigodo del año 711 d.C. los musulmanes no hubiesen conquistado la península ibérica; por lo tanto, todos esos siglos de dominio musulmán no se hubiesen producido, y por ende, construcciones como la Alhambra o la Mezquita de Córdoba no existirían en nuestros días. Asimismo, si Don Pelayo y sus valientes 300 hombres (según diversas crónicas cristianas), no hubiesen plantado cara y derrotado a las huestes musulmanas en la batalla de Covadonga del año 722 d.C., entonces la totalidad de la península hubiese sido musulmana y quien sabe si se hubiese producido o no la posterior Reconquista.

Estos razonamientos que me vienen a la cabeza, son los que me demuestran cuán importante es conocer nuestra historia, porque debido a ella hoy somos de la forma en la que somos, ya no solo a nivel individual, sino también a nivel de sociedad, debido a la cultura, principios y valores cristianos que imperan en nuestro país. 

Por otro lado, quisiera desde esta humilde publicación hacer constar el enorme orgullo que es para mi ser compatriota de personajes históricos tan ilustres como Rodrigo Diaz de Vivar, Blas de Lezo, Miguel de Cervantes, Francisco de Goya, Juan Sebastián Elcano, Pedro Calderón de la Barca, Hernán Cortés, San Ignacio de Loyola...  ya veis, tenemos autenticas leyendas de la caballería medieval, almirantes que afrontaron batallas prácticamente perdidas de antemano y que sin embargo salieron victoriosos, escritores que no han hecho más que extender nuestra maravillosa lengua y cultura por todo el globo, pintores que plasmaron con un realismo inaudito aquello que observaban, navegantes y exploradores intrépidos siempre en búsqueda de conseguir aquello que nadie había conseguido antes, dramaturgos ... ¡qué dramaturgos!, recordad, "que toda la vida es sueño y los sueños, sueños son"; e incluso Santos, si, en nuestra historia también tenemos Santos. 

¿Cómo no estar orgulloso de la historia de mi país? Aquel que no lo esté, una de dos: o es un completo ignorante y desvergonzado, o ha perdido en este camino la absoluta noción de los valores, principios, y hechos históricos gloriosos que nos unen a todos los españoles.

Yo, desde luego, tengo claro que siempre estaré orgulloso, y que siempre aportaré mi pequeño grano de arena que haga que vaya desapareciendo esa famosa e injusta "leyenda negra" sobre la historia de mi país, que tanto ha aportado al mundo y que, tristemente, tan poco reconocida es.