lunes, 18 de septiembre de 2023

Ella


Ella es la persona más maravillosa e increíble que he conocido en toda mi vida, a pesar de que ella no sea consciente de ello yo no dejaré nunca de recordarle lo maravillosa que es, para que de este modo se valore a sí misma como se merece.  

Porque ella es alegría y felicidad, es tan bonita como un paisaje idílico de una puesta de sol veraniega en el mar; ella es sonrisas de complicidad; ella es paz, la paz que siempre me transmite; ella es hogar, porque me hace sentir como en casa allá donde esté siempre y cuando ella esté a mi lado. Ella es muchas cosas que me llenan el alma.

Y es que te veo, te escucho, y me demuestras día tras día, con innumerables actos, lo muchísimo que vales y por eso quiero siempre lo mejor para ti, porque soy realmente consciente de la suerte que tengo de tenerte a mi lado. 

Muchas veces me dices que soy la persona más buena que has conocido en toda tu vida y que soy extraordinario, pero realmente sólo soy un chico normal que al tenerte cerca me haces ser mejor persona, porque si el amor existe debe ser esto, un sentimiento que te engrandece el corazón. Porque bien sabes que no soy perfecto, en ocasiones de hecho puedo llegar a ser realmente torpe y meter la pata hasta el fondo, pero del mismo modo se perfectamente que haga lo que haga, siempre será con la más absoluta y sincera intención de hacerte feliz, hacerte lo más feliz que pueda. 

Quiero que sepas que siempre estaré a tu lado, estaré en las buenas, pero sobre todo estaré en las malas, porque en las buenas cualquiera está. Porque de verdad créeme que soy absolutamente sincero cuando te digo que lo más quiero en esta vida es verte sonriente y feliz; y es que es verte feliz y te juro que hasta el día más gris se llena de luz.

Por último, quería pedirte perdón por este texto, se que no eres de estas cosas 'cursis', pero ya me conoces lo sensiblón que soy a veces y necesitaba expresarte mediante este texto lo verdaderamente importante que eres para mi. 

Gracias por haber llegado a mi vida, así como por escucharme y comprenderme siempre como lo haces.

Te quiero mucho bonita, no lo olvides nunca.

jueves, 20 de julio de 2023

El Camino


Con el paso del tiempo, uno se encuentra en constante aprendizaje, va aprendiendo a cómo se debe vivir la vida. No es un aprendizaje sencillo, muchas veces tampoco es agradable, pero es parte del encanto que tiene la vida, el ir aprendiendo uno mismo lo que es bueno y enriquecedor.

Durante nuestras vidas nos encontramos en una constante búsqueda de felicidad, marcándonos objetivos y metas, algo a mi modo de ver muy necesario en la vida, ya que eso nos permite mantener una dirección que nos haga crecer como personas en muchos y diversos aspectos. La cuestión aquí es que falsamente solemos creer que cuando consigamos ese objetivo que nos hemos planteado, hallaremos la tan ansiada felicidad; hasta que finalmente llega el día que lo consigues, alcanzas una efímera felicidad y te percatas de que la vida continúa, ¿habrá entonces que marcarse otra meta verdad? pues a por ello, "que seguro que al conseguir ese otro objetivo consigo lograr la felicidad plena" -piensas para ti mismo-. Tras meses u años de lucha, llegas ahí también, y vuelves a vivir lo mismo. Siguiendo así, saltando de objetivo en objetivo.

Al final, con el paso de los años, te das cuenta de que el error ha sido siempre el creer que la felicidad son metas u objetivos. No es así, la felicidad la hallas en el propio camino, en el transcurso hacia esos objetivos que te has marcado. La felicidad es la capacidad de poder disfrutar del camino hacia el enriquecimiento personal continuo, el hecho de querer crecer como persona es ya en sí mismo motivo suficiente para ser feliz, no lo olvidemos nunca.

Disfrutemos de cada momento, la vida es mucho más corta de lo que pensamos. Porque ser feliz es también una actitud ante la vida, positivismo y disciplina. Esos son para mi los ingredientes para poder tener una vida plena.

martes, 7 de febrero de 2023

Historia y Orgullo


Si algo me ha apasionado desde que era un crio, eso siempre fue la historia. Historias de caballeros medievales, castillos, batallas épicas y héroes de leyenda. Es por esta razón, que desde bien pequeño leí mucho acerca de hechos históricos; primero de España, y después del extranjero. 

Lo reconozco, siempre he sido un chico con una gran curiosidad, me fascina el hecho de aprender cosas nuevas y ahí también entran esos acontecimientos históricos que han marcado el devenir de sociedades, países y hasta continentes enteros. Y es que vivir dando la espalda a nuestra historia, es como vivir desconociendo quien eres y por qué las cosas de tu alrededor son de una determinada manera y no de otra muy distinta. 

Pongamos un ejemplo, me vais a permitir que éste sea sobre España, ¿qué hubiera ocurrido si el Reino Visigodo del Rey Rodrigo hubiese estado unido? ¿Se hubiera producido la derrota visigoda en la batalla de Guadalete? Son cuestiones que podrían haber marcado la diferencia en la península ibérica durante al menos 8 siglos. Quizás si hubiese habido esa unión en el Reino Visigodo del año 711 d.C. los musulmanes no hubiesen conquistado la península ibérica; por lo tanto, todos esos siglos de dominio musulmán no se hubiesen producido, y por ende, construcciones como la Alhambra o la Mezquita de Córdoba no existirían en nuestros días. Asimismo, si Don Pelayo y sus valientes 300 hombres (según diversas crónicas cristianas), no hubiesen plantado cara y derrotado a las huestes musulmanas en la batalla de Covadonga del año 722 d.C., entonces la totalidad de la península hubiese sido musulmana y quien sabe si se hubiese producido o no la posterior Reconquista.

Estos razonamientos que me vienen a la cabeza, son los que me demuestran cuán importante es conocer nuestra historia, porque debido a ella hoy somos de la forma en la que somos, ya no solo a nivel individual, sino también a nivel de sociedad, debido a la cultura, principios y valores cristianos que imperan en nuestro país. 

Por otro lado, quisiera desde esta humilde publicación hacer constar el enorme orgullo que es para mi ser compatriota de personajes históricos tan ilustres como Rodrigo Diaz de Vivar, Blas de Lezo, Miguel de Cervantes, Francisco de Goya, Juan Sebastián Elcano, Pedro Calderón de la Barca, Hernán Cortés, San Ignacio de Loyola...  ya veis, tenemos autenticas leyendas de la caballería medieval, almirantes que afrontaron batallas prácticamente perdidas de antemano y que sin embargo salieron victoriosos, escritores que no han hecho más que extender nuestra maravillosa lengua y cultura por todo el globo, pintores que plasmaron con un realismo inaudito aquello que observaban, navegantes y exploradores intrépidos siempre en búsqueda de conseguir aquello que nadie había conseguido antes, dramaturgos ... ¡qué dramaturgos!, recordad, "que toda la vida es sueño y los sueños, sueños son"; e incluso Santos, si, en nuestra historia también tenemos Santos. 

¿Cómo no estar orgulloso de la historia de mi país? Aquel que no lo esté, una de dos: o es un completo ignorante y desvergonzado, o ha perdido en este camino la absoluta noción de los valores, principios, y hechos históricos gloriosos que nos unen a todos los españoles.

Yo, desde luego, tengo claro que siempre estaré orgulloso, y que siempre aportaré mi pequeño grano de arena que haga que vaya desapareciendo esa famosa e injusta "leyenda negra" sobre la historia de mi país, que tanto ha aportado al mundo y que, tristemente, tan poco reconocida es.

sábado, 28 de enero de 2023

Superar al Miedo


 Miedo paralizante

 Valor apabullante

 Miedo terrible

 Valor admirable

A mayor altura, mayor éxito. A mayor miedo, mayor valentía. En ocasiones, el miedo se dirige hacia nosotros, pero éste acostumbra a que la gente huya de el cuando eso ocurre; por eso cuando lo encaramos, cuando le decimos que no le tememos, el miedo simplemente nos atraviesa y desaparece.

La vida es una cuestión de toma de riesgos, y en ocasiones tendremos miedo: miedo a lo desconocido, miedo a pasarlo mal, miedo a fracasar... ¿Pero y qué más da todo eso? lo desconocido será conocido, los malos momentos pasarán igual que pasan las tormentas por duras que sean, el fracaso es la enseñanza hacia el éxito; y es que todo es cuestión de perspectiva.

Por eso os digo que nunca os paralice el miedo, haced lo que os salga del corazón en todo momento, que es la forma correcta de vivir. Sin miedo. Así todo es más bonito, os lo aseguro.

domingo, 8 de enero de 2023

Fluir

 


Hacia tiempo que no escribía por aquí y la verdad es que el cuerpo y la mente me lo empezaban a pedir. 

Una vez más vengo aquí con las ganas de contaros un poco todo y nada al mismo tiempo, unas líneas de texto con más o menos sentido que al final cada uno podrá interpretar de una u otra manera.

Y es que la vida es un completo enigma, por eso tenemos que ir viviéndola en el día a día, sin tener ninguna pretensión más allá del dejarte sorprender; eso es lo más bonito de la vida, el sorprenderte con aquello que te deparará cada día y que tú desconoces cuando abres los ojos de buena mañana.

Algunas personas lo llaman "ir viendo", otras "ir sobre la marcha" y otros lo llamamos "fluir", y digo llamamos porque me encanta el término "fluir" para referirme a este concepto algo abstracto pero que se materializa en nuestros días. Y es que la vida puede asemejarse a un río que va fluyendo, en una dirección y con un final, nosotros desconocemos en muchas ocasiones la dirección y sobre todo el final; por este motivo, debemos dejarnos sorprender e ir fluyendo allá donde nos lleve la vida. No queramos tenerlo todo controlado en todo momento, en innumerables ocasiones eso es imposible y hasta contraproducente. 

¿Y qué es lo que debemos hacer entonces? simplemente fluir, disfrutar el momento, vivir la vida. El destino se nos irá mostrando, la vida tiene maravillosas formas de enseñarte el camino correcto, porque en definitiva, la felicidad es el propio camino y no ningún final. 

Disfrutemos, seamos felices, lo que tenga que ser será. 

martes, 8 de marzo de 2022

Vuelvo a la carretera



Salgo de casa con el deseo de ir hacia lo desconocido, descubrir lugares que asombren.  Me pongo la cazadora que me cubre de éste frio manto invernal y cojo las llaves del coche, en ese momento soy consciente de que ya no hay vuelta atrás, necesito volver a la carretera.

Es de noche, madrugada, arranco mi coche, y como se suele decir, carretera y manta. Siempre me ha fascinado la noche, creo que envuelve todo de un cierto aura de magia y misticismo, conducir bajo la única luz de la luna y los faros de tu coche resulta ser para mi una sensación de tranquilidad y paz.

En esas noches de conducción siento que el destino depende de mi, aunque esto sólo sea una sensación fugaz. La carretera, mi coche y yo, nada más. ¿Cuál es el destino? no lo hay, el propio camino es el destino, disfrutar del sendero.

En este momento me encuentro recorriendo una carretera completamente recta, la luz de nuestro satélite es lo único que ilumina el paisaje mágico. Me percato que tengo que echar gasoil al coche, veo una gasolinera a lo lejos, es lo único brillante que se ve. Llego, saludo al empleado de la gasolinera y le digo que lo quiero lleno, él me llena el depósito del vehículo y sin decirnos nada más nos despedimos y le doy las gracias; continúo después con mi andadura, sabiendo que puede ser la única persona con la que me cruce esta noche. 

Cada vez siento más esa sensación de que la carretera, el coche y yo somos uno, sigo recorriendo el sendero hasta llegar a unas montañas desde las que puedo observar toda la ciudad de San Sebastián, brillante, imperial. Se te vienen en ese momento mil pensamientos a la cabeza, la vida es increíble y maravillosa. Es de estas noches reparadoras, noches que de vez en cuando todos necesitamos, noches para nosotros mismos. 

Tras este instante de observación interior y exterior, me voy percatando de que la noche se va terminando y las primeras luces de un nuevo amanecer asoman por el este. La noche tiene que dejar paso a un nuevo día, y es que es curioso como la oscuridad más absoluta se aprecia justamente en el momento anterior a que comience el amanecer, el propio ciclo día-noche resulta ser una moraleja de la propia vida.

La mañana ha llegado al fin, habrá que tomar un cafecito y empezar con fuerzas un nuevo día, y es que la vida nos brinda la maravillosa oportunidad de volver a comenzar con fuerzas y alegría cada día. La vida son, en resumidas cuentas, oportunidades; cada día es una oportunidad y debemos aprovecharla al máximo. 

Al final resulta que, como siempre, la noche de carretera y manta ha merecido mucho la pena; y es que ha sido viajando en estas noches hacia lo desconocido, cuando más me he encontrado a mi mismo. Al fin y al cabo, la aventura sigue llamándome, la carretera sigue atrapándome, la vida sigue fascinándome. 

viernes, 4 de marzo de 2022

Tiempo y vida



El tiempo, vivimos pensando en el reloj constantemente, en el "tengo que hacer tal cosa a tal hora", haciendo esto de nuestro día a día una sensación de prisa constante.

Reconozco que yo mismo en innumerables ocasiones he vivido así, pensando constantemente en esa esferita que solemos llevar en la muñeca izquierda, y como creo que todos podemos pensar, no resulta ser una situación para nada agradable.

Es evidente que tenemos que organizarnos para hacer muchas cosas, en infinidad de ocasiones resulta necesario hacerlo, pero... ¿no creéis que lo hacemos hasta cuando no resulta necesario? tengo la sensación de que somos nosotros mismos los que nos solemos poner constantemente los límites.

Este pensamiento es el que me lleva a la reflexión siguiente, ¿estamos realmente aprovechando nuestro presente o lo estamos acaso condicionando de una forma constante? Si estamos de acuerdo con el segundo pensamiento, sería como afirmar que al limitar todos los días al reloj, también limitamos nuestras vivencias diarias, perdiendo de este modo muchas experiencias que jamás llegarán. ¿Y por qué actuamos así? yo creo que es porque estamos demasiado pendientes del "futuro", algo aun a día de hoy intangible que de poco nos sirve en el momento actual.  Vale, de acuerdo, está bien pensar en el garantizarnos un prospero y tranquilo futuro, pero...  ¿de verdad que dejaríamos de tenerlo si nos quitásemos esas cadenas que nos "atan" en el día a día?. 

Yo confieso que soy el primero que piensa que primero van los deberes y después los placeres, es decir, que las responsabilidades para mi son lo primero; pero en este caso no estoy hablando de las obligaciones, sino de los momentos de ocio, esos momentos en los que coartamos nuestra propia diversión sin tener realmente una necesidad real para hacerlo, seria justamente lo contrario al famoso latinajo de "carpe diem" que tanto repetimos y tan poco aplicamos. 

Todo esto me lleva a la siguiente conclusión, centrémonos en el presente, en el aquí y en el ahora, lo único real y tangible que existe en la vida. El mañana es una ilusión que no se sabe si llegará, es por ello que condicionar el presente al futuro puede resultar en ocasiones absurdo. Si quieres hacer algo hazlo, pero hazlo ahora, no lo pospongas a un futuro que podría no llegar nunca, la vida tiene fecha de caducidad. Y si te tienes que arrepentir, mejor arrepentirse de haber hecho algo que de no haberlo hecho nunca. ¿Obligaciones? si, sé la persona más responsable y profesional del mundo. ¿Diversión? si, sé la persona más divertida y alegre del mundo. En cada momento lo que toca y con la felicidad siempre por bandera, sabiendo que el presente es el regalo que nos da la vida cada día, aprovechémoslo.