lunes, 26 de marzo de 2012

Mi Historia Eres Tu


Me encantaría poder tener el honor de contar la historia más bella de todas. Esa que me llega al alma solo con recordar su nombre, la que tiene el grandioso hechizo de llenarme los ojos de lágrimas a la vez que pone en mi rostro una sonrisa sentida.

Dicen que es mentira, que personas buenas no las hay, que todos tienen sus defectos al igual que sus virtudes y que personas diferentes somos todos aunque igual en sus derechos. Yo no lo creo así. Sí, era lo que pensaba antes, pero todo cambió al conocerla.
Era Septiembre, esos días donde las personas ya pierden la felicidad del año, sus positivas actitudes de que todo saldrá bien esta vez, y solo desean que comience otra vez. Mientras tanto, yo, solo deseaba que avanzara el tiempo y seguir cumpliendo objetivos y metas que no me darían jamás la verdadera felicidad, y es que numerosas personas me habían defraudado.
Tal vez por eso comencé por no relacionarme con nadie, excepto con una persona. Vagamente respondía miradas cuando el día me agradaba.
Sin embargo, la vida te da sorpresas, y llevaba relacionandome con una chica durante unas cuantas semanas; finalmente, llegó el día de verla, era un 11 de Septiembre, la verdad es que se trata de uno de esos días que puedo asegurar que no se me olvidarán en la vida. Ella llegó en tren y yo allí fui, a la estación de tren, decidido, la verdad es que llegué tarde y es curioso porque realmente estaba deseando verla y es por esto que recuerdo mi carrera hacia la estación para poder verla antes. 10 minutos después de salir de casa y tras un largo recorrido a paso ligero, allí estaba ella, tan despampanante como me la imaginaba o incluso más, le dí dos besos en las mejillas, muy sentidos, profesando el cariño más inmenso y nos dispusimos a dar un paseo para recordar por San Sebastián -Paseo Nuevo con vistas al mar incluidas-. Y fue en este preciso lugar, donde tras pasar un buen rato hablando de todo y de nada, entre tonterias y risas, nos sentamos en aquel banco -maravilloso lugar y guardado para siempre ya en mi corazón- y en el cual estuve reflexionando durante un buen espacio de tiempo mientras me quedé maravillado mirando esos ojos que jamás me cansaré de vislumbrar; enseguida alcancé la conclusión siguiente, debía besarla, ya que si no lo hacía iba a arrepentirme durante el resto de mi vida, y así lo hice y ella me siguió a mi. Simplemente, esa fue la decisión más acertada de toda mi vida, pasamos el resto de la tarde besandonos y paseando agarrados de la mano -y es que no quiero soltarte nunca, ni nunca lo haré-.
La vida al fin cobró sentido, y todo ha sido gracias a ti, ha pasado año y medio y aqui seguimos juntos e incluso más felices que el primer día; yo prometo hacerte feliz, prometo una vida juntos llena de alegrías, aventuras y pasiones que sinceramente solo son posibles junto a ti, prometo mejorar día a día como persona, simplemente prometo que nunca te soltaré de la mano porque tu para mi lo eres todo; y es que simplemente, mi historia eres tú.

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