viernes, 6 de noviembre de 2015

Emoción


He venido a describir la melodía que generan las lágrimas al mezclarse con las sonrisas, pues no todos los llantos son de pena, ni todas las risas de alegría. Quiero demostrarle al mundo que la emoción no es una palabra más, es un sentimiento que vuelve todo del revés, que te hace dudar. Os pido que imaginéis una música de fondo, un ambiente idealizado y una voz poética que complementen este mensaje. Tengo la intención de presentaros las letras y su magia, las palabras y su arte.

He bebido del licor de las sensaciones, y me he vuelto sensible a la sinceridad de los sentidos. Su sabor agridulce navega por mis venas como si de mi propia sangre se tratase, alimentando a mi corazón, dando vida a mis ensoñaciones. He encontrado restos de lágrimas en el cansancio de cuando planeaba el rescate de mi cordura entre los chismorreos del eco. He construido monumentos de seda sobre las hojas desprendidas de las ramas de mi memoria, y el viento del presente ha juntado mis recuerdos en un mogollón. He contado las maderas de la cabaña que mató aquel árbol, y he oído su venganza en el trueno que la vió caer. He bordeado la playa del amor, pronunciando cada ola con el silbido de un suspiro. Me he quedado quieto ante el diámetro de la soledad tras haberme perdido jugando a la verdad. He reído con el circo de la ignorancia en el que me peleé con la fuerza, y gané.

Ignoro si la música de fondo que os pedí ha sido triste o alegre, si el ambiente ha sido tranquilizador o melancólico y si la voz ha sido dulce o profunda, me contentaría con que mis palabras hayan creado una chispa de emoción en vuestra mirada. Si no es así, dilculpádme, ya mejoraré mis trucos de magia.

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