sábado, 12 de febrero de 2022

Reflexiones Y Conversaciones De Madrugada


La vida es una cuestión muy misteriosa, ¿qué sentido podría tener el crear algo para luego destruirlo?. Son preguntas que surgen en madrugadas de reflexiones profundas y conversaciones muy interesantes, y de ahí surge este texto que hoy quiero plasmar aquí mediante estas palabras con más o menos acierto.

Y es que a fin de cuentas la vida es así, indescifrable en sí misma. Naces, vives y mueres. Puede que estemos inmersos en una rueda infinita sin ser conscientes de ello. ¿Reencarnación? podría ser, desde luego sería una idea muy bonita. Siempre he dicho y pensado que me gusta la filosofía budista, en esta religión, aunque a mi me gusta más denominarla como estilo de vida, se conoce la figura de la reencarnación o renacimiento como el "samsara", un ciclo casi eterno de nacimiento, vida y muerte; siendo este ciclo solamente terminable cuando uno mismo alcanza el nirvana o el estado de liberación, estado que se logra cuando hemos saldado nuestras deudas con la ley cósmica o "karma". Esto es debido a que en el budismo el ciclo de reencarnaciones sucesivas vienen siempre condicionados por los actos que hemos realizado en nuestras vidas anteriores.

Todo esto puede considerarse una idea muy romántica, pero lo cierto es que yo siempre he sido uno de esos románticos que ha pensado que la persona que tiene pensamientos puros y bonitos atrae eso mismo para su vida, como ocurre al contrario de igual manera. En mi vida he seguido siempre la máxima de "haz a los demás lo mismo que te gustaría que te hicieran a ti", una frase que una vez la aplicas empiezas a darte cuenta de que el karma existe. ¿Qué como se que el karma existe? es sencillo, cuando haces el bien ajeno y ves una sonrisa debido a esa acción positiva, esa misma sonrisa te transmite una energía positiva que te da un chute de alegría que hace de tus días mucho mejores. Esa energía positiva que se transmite de una persona a otra debido a una buena acción es lo que yo conozco como karma, y es que la vida con buenas acciones es mucho más sencilla. 

La felicidad genera felicidad, la alegría genera alegría y las sonrisas generan sonrisas. Todo está en una constante retroalimentación o ciclo eterno.

La conclusión que hay que sacar de todo esto es la siguiente, hagamos el bien sin mirar a quien. El bien atrae el bien y el bien genera un estado de paz interior al obtener una conciencia tranquila, o lo que es lo mismo, el estado de liberación budista. Todo se define por nuestros actos, y es que conocerás a los demás por como se comportan con el resto de personas.

Os deseo lo mejor, que vuestros actos os definan siempre como maravillosas personas llenísimas de belleza interior.


1 comentario:

  1. Que gran razón. Un estilo de vida ejemplar. Si todos actuaramos del mismo modo el mundo sería muchísimo mejor. Ser conscientes d ese gran poder, de ser capaces de transmitir cosas bonitas a los demás haciéndoles bien sin pedir nada a cambio es tu super poder. Nacemos vivimos y morimos, quizás sin ningún objetivo, sin ningun porque. Quizás muramos y todo sea la temible "nada". Pero aprovechar el instante en el que estas vivo siendo bueno y hacer bien es un sustitutivo bastante bueno a la idea romántica de la reencarnación. Por lo tanto, yo t nombró superkarma, el héroe sin capa que reparte sin combate.

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