He terminado de leer "Maktub" de Paulo Coelho, una
selección de casi 200 experiencias escritas por el profesor llenas de mensajes
e historias que como siempre alcanzan lo más profundo de aquellos que lo leemos.
Un gran regalo.
Coelho escribe sobre metas, sobre sueños, amor, amistad,
lealtad...
Este libro no cesa de enviar mensajes de optimismo, de
generosidad, de lucha, de entrega a la vida y al prójimo.
Apuntes, que no consejos, acerca de nuestra Leyenda
Personal, de caídas emocionales, de espiritualidad, de luces y sombras o de
tolerancia, de puertas que se cierran y que también se abren.
Y de forma muy incidente, habla de la palabra de Dios como
instrumento para alcanzar tus sueños y orientar tu vida.
Maktub en árabe significa "está escrito", para mi
el verdadero significado de esta palabra es "destino".
Alguna vez leí algo parecido a ésto y de algún modo hago
mías estas palabras:
Hay personas que creen en el destino, creen que las cosas pasan por algo, que
tenemos una guía invisible que fija nuestro camino e influye en nuestro día a
día, en nuestra alma y en nuestro desenlace.¿El destino es impredecible o no?
No se sabe si nos depara cosas buenas o malas, pero como
muchos han aprendido ya, es mejor pensar en positivo para atraer todo lo bueno.
Hay gente que confía en el destino, gente que siente como le
depara cosas buenas y no porque las merezcan, sino porque, sencillamente, las
necesitan.
Muchos sienten que su destino cambia, que tienen un halo
soñador y de esperanza, un halo de amor, de fe y de gratitud hacia todas
aquellas personas que forman parte de él, del destino personal de cada uno.
Durante todo lo vivido, son muchos los sentimientos
recogidos. Por eso, no cambies tu destino, ése que has labrado día a día, sigue
recorriendo ese camino que has elegido.
Seguro que sabes bien lo que quieres.
De todos los relatos que narra el
autor me quedo con uno que quiero compartir aquí y que deja muy
claro que mirar hacia atrás en la vida debe ser sólo de un modo y para una sola
cosa. Un mensaje que habla de pasado, de presente y de futuro. Un mensaje que
habla en definitiva de como deberíamos de afrontar la vida misma cuando el
pasado nos ha marcado de una forma especial.
Dice el escritor:
''Cuando decidimos actuar, es natural que surjan conflictos
inesperados. Es natural que surjan heridas en el transcurso de estos
conflictos.
Las heridas se curan: quedan las cicatrices, y esto es una
bendición. Estas cicatrices permanecen con nosotros el resto de la vida, y nos
van a ayudar mucho. Si en algún momento, por comodidad o por cualquier otra
razón, la voluntad de volver al pasado es grande, basta con mirar hacia ellas.
Las cicatrices nos mostrarán la marca de los grilletes, nos
recordarán los horrores de la prisión, y continuaremos hacia adelante.''
Es cierto que debe haber algo escrito y que por mucho que
intentemos y nos esforcemos por cambiar es irremediable que suceda y se muestre
ante nosotros en forma de vivencia, experiencia o modo de vida.
A todos aquellos que, por momentos, hemos tenido un
duro pasado, que hemos sufrido profundamente por amor, por la pérdida de seres
queridos o sencillamente porque el pasado en si nos puso esas piedras en el
camino que antes significaban gigantescas montañas y ahora somos
capaces de convertir en minúsculos granos de arena.
A todos aquellos a los que se nos aparecen ángeles alguna
vez en la vida para ofrecernos ese hilo de confianza, ese mensaje de optimismo
que anhelamos y esa energía que tantas veces necesitamos para continuar
luchando.
Y por supuesto a ellos, a nuestros ángeles, a los que cuidan
de nosotros cada día.
Aquí de momento, en este humilde rincón
aventurero, seguiré desprendiendo halos de luz, halos de amor, de
amistad verdadera, halos de diversión, fuerza y coraje.
Y sobre todo, halos de sueños y ganas de vivir.
Sueña, vive.
Maktub hermano, maktub hermana.
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